El Real Madrid doblegó anoche al Atlético en la prórroga de la eliminatoria a partido único que los enfrentó en el Santiago Bernabéu en los cuartos de final de la Copa del Rey (3-1), en un encuentro en el que el equipo rojiblanco se adelantó pero una vez más pagó caro su conformismo al pertrecharse atrás para defender primero su ventaja y luego el empate. Rodrygo, en una maradoniana jugada personal, igualó en el tramo final del partido el tanto inicial de Morata. Y en el tiempo extra, el Madrid encontró en las botas de Benzema su merecido premio en los últimos compases del primer parcial, poco después de la expulsión de Savic. En ese momento demostró el Atlético que también tiene fútbol en sus botas y que no sabe solo defender y llegó a arrinconar al equipo blanco. Pero con el partido roto y en el descuento, sentenció Vinicius.
No hubo noticias inesperadas en las alineaciones. Kroos y Modric, que habían descansado en San Mamés, regresaron al equipo inicial de Ancelotti mientras que Savic volvió al once de Simeone, en el que el técnico argentino, que no podía contar con Llorente, mantuvo a Correa en lugar de sustituirlo por un centrocampista en una versión más conservadora.
El formato de los cuartos de la Copa, a partido único con sede decidida por sorteo en caso de que se midan dos equipos de la misma categoría, incrementó el favoritismo del conjunto blanco. El Atlético había perdido en sus tres últimas visitas al feudo madridista (una de ellas al Di Stéfano) y se había quedado sin marcar en todas ellas.
El partido comenzó con un ritmo muy alto por parte de los dos equipos. Aunque eran los madridistas quienes posicionalmente empezaron dominando, el Atlético tampoco especulaba. Cuando robaba el esférico intentaba encaminarse rápidamente hacia las cercanías del área de Courtois.
Pese a ello, las primeras ocasiones llegaron con cuentagotas hasta el gol atlético. En el lado madridista, Vinicius, tristemente protagonista en las horas previas, se entretuvo mucho en boca de gol tras una pared con Benzema y los defensas rojiblancos abortaron el peligro. Y Hermoso cortó una peligrosa asistencia a Modric cuando el croata se disponía a rematar. En el lado atlético, Correa lo había intentado con un disparo desviado que quizás ni salga en los resúmenes televisivos.
Fue a los 18 minutos, en el primer disparo a puerta del partido, cuando llegó la primera oportunidad clara y se tradujo en gol. Fue con una jugada de tiralíneas del ataque rojiblanco. Koke asistió a Nahuel en la parte derecha del ataque rojiblanco y su pase de la muerte fue aprovechado por Morata para adelantar a su equipo.
Un disparo de Valverde que atajó Oblak, y un remate de cabeza casi entre palos de Militao que salió desviado fue la respuesta local, pero el Atlético, por los extremos seguía muy amenazante, y superada la media hora en una jugada superior a la del primer gol volvió a crear peligro aunque esta vez Morata no llegó al centro de Lemar desde la izquierda.
En los últimos compases de la primera parte, la lesión de Mendy aceleró de forma obligada los retoques en el esquema de Ancelotti, en el que Ceballos entró desde el banquillo y Camavinga pasó a ser lateral izquierdo, posición que ya ocupó en la final del Mundial con la selección francesa.
El Madrid ganaba en su disposición ofensiva, pero arriesgaba en el lateral izquierdo, donde había pasado por apuros. Porque Camavinga se quedaba fuera de su posición natural y no iba a contar con mucha ayuda de Vinicius, con muchas virtudes ofensivas pero poca labor de contención cuando ataca el rival.
El Madrid mejoró tras el paso por vestuarios. Porque tomó riesgos y adelantó líneas y embotelló al Atlético en su área en los primeros compases del segundo período. Y en las botas de Valverde estuvieron las dos opciones más claras. Un remate de tacón a centro chit de Nacho y que no llegó a prolongar Vinicius en una acción que recordó al gol del brasileño en la final contra el Liverpool, y un lanzamiento alto fueron las dos oportunidades del uruguayo. La tercera fue más clara, con un lanzamiento de Benzema que despejó Oblak en una jugada en la que otra vez Vinicius se entretuvo en el rechace. El Atlético lo consentía. Parecía renunciar a buscar el segundo gol. Y en ocasiones precedentes lo había pagado.
A media hora de cumplirse los noventa minutos, el tiempo jugaba a favor del cuadro rojiblanco, pero el Real Madrid había creado más peligro en los quince minutos del segundo tiempo que en todo el primer parcial. Cuando Ancelotti introdujo a Rodrygo por Valverde mediado el segundo período, los blancos estaban perdiendo fuelle. El Atlético se acercaba poco, aunque con peligro. Un potente libre directo de Griezmann y una chilena fuera de Witsel, que acababa de sustituir a Morata, estuvieron a punto de certificar la sentencia.
Los dos técnicos movieron ficha. Asensio por Kroos fue la variación ofensiva de Ancelotti. Carrasco y Memphis Depay sustituyeron a Lemar y Correa en los de Simeone, que habían conseguido zafarse del dominio madridista pero se encerraron más si cabe en su área. El Atlético protestó con vehemencia que el colegiado no mostrara la segunda cartulina a Ceballos, que acababa de ver la primera, por una falta al borde del área.
Y fue Rodrygo, que se había mostrado muy activo desde que había saltado al césped, quien acudió una vez más al rescate de su equipo. Con una gran jugada personal, ingresó en el área por la parte central regateando a tres rivales y batió con un disparo con el exterior de su pie derecho a Oblak.
El propio Rodrygo intentó prolongar su estado de gracia a continuación con un disparo con rosca que salió fuera. El Madrid no se conformaba con la igualada el viento soplaba a favor de la nave madridista. El Atlético necesitaba alguna variación y Simeone intentó poner soluciones pronto. Saúl por De Paul y Kondogbia por Koke fueron las decisiones del técnico argentino para reforzar el centro del campo y frenar la dinámica del choque. No fue sólo cosa de nombres, también de disposición táctica. Simeone se obsesionó una vez más con 'sólo' defender'.
Si la misión era frenar el aluvión local, lo consiguió. Pero quedaba mucho y las sensaciones eran buenas para los de blanco. En el inicio de la prórroga, Pablo Barrios, bigoleador ya en esta edición copera, saltó al césped en sustitución de Griezmann en otra variación defensiva y sorprendente, porque el francés había sido sinónimo de peligro, mientras en el Real Madrid Vallejo realizaba ejercicios de calentamiento porque Militao sufría algunos problemas físicos. El brasileño terminaría en el césped a voluntad propia hasta el pitido final.
El guión parecía claro y el final, previsible. Era la película del día de la marmota, Atrapado en el tiempo, una reedición de la prórroga de la final de la Champions de Lisboa. El Real Madrid buscaba el segundo gol. Y el Atlético, con todos sus efectivos dedicándose a defender y Memphis como un náufrago completamente solo en el ataque, fiaba sus bazas a llegar con vida a los penaltis. La expulsión de Savic a los 98 minutos, terminó de afianzar a cada equipo en su papel, porque Witsel retrasó su posición hasta la defensa y Carrasco pasó a la izquierda. Tocaba defensa numantina en los rojiblancos con un 4-4-1.
No había acabado la primera parte del tiempo extra, y se cumplió la lógica. El único equipo que buscaba el gol, que parecía más entero físicamente y estaba en superioridad numérica, se adelantó. Llegaba la remontada esperada. Benzema aprovechó un centro de Asensio desde la derecha que no acertó a rematar Vinicius y el Real Madrid puso un pie y medio en las semifinales. Ancelotti había acertado con los cambios y Simeone había fallado una vez más al optar por la vía conservadora.
Obligado por las circunstancias y con la permisividad de un Real Madrid que quería tomar aire, el Atlético sí salió a por todas en la segunda parte de la prórroga. Un remate de Memphis detenido por Courtois y un lanzamiento muy desviado de Carrasco plasmaron en ocasiones la reacción de un conjunto rojiblanco que no parecía acusar su inferioridad numérica y demostraba que también puede hacer daño con más ambición. Nacho y Rodrygo, tocado, dejaron su lugar a Odriozola y al canterano Mario Martín, mediocentro que debutaba con el primer equipo para tratar de frenar la reacción visitante.
Fue un 'quier0 y no pued0' del Atlético, que veía cómo agonizaba el partido y cómo Vinicius, en un contragolpe con el tiempo ya cumplido, daba la puntilla a la temporada del 'Cholo' y quién sabe si a la 'era Simeone'. Al equipo rojiblanco le queda cumplir con su obligación de terminar la temporada en zona de Champions para que una campaña mala no se convierta en una debacle. En Concha Espina, por su parte, se mantienen con vida en tres competiciones. Y el lunes conocerán a su rival en unas semifinales en las que pueden quedar emparejados con el Barcelona, el Athletic u Osasuna.
REAL MADRID, 3 - 1 ATLÉTICO DE MADRID (0-1, al descanso)
REAL MADRID: Courtois; Nacho (Odriozola, min.114), Militao, Rüdiger, Mendy (Ceballos, min.44); Modric, Camavinga, Kroos (Asensio, min.74); Valverde (Rodrygo, min.69, Mario Martín, min.114), Benzema y Vinicius.
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Nahuel Molina, Savic, Mario Hermoso, Reinildo; Koke (Kondogbia, min.83), De Paul (Saúl, min.83), Lemar (Depay, min.74), Griezmann (Barrios, min.91); Correa (Carrasco, min.74) y Morata (Witsel, min.63).
GOLES: 0-1, minuto 20. Morata. 1-1, minuto 80. Rodrygo. 2-1, minuto 104. Benzema. 3-1, minuto 121. Vinicius.
ÁRBITRO: Soto Grado (C.Riojano). Amonestó a Ceballos (min.69) y Vinicius (min.97), por parte del Real Madrid, y a De Paul (min.44), Reinildo (min.54), Hermoso (min.62) y a Koke (min.105) por parte del Atlético de Madrid. Expulsó a Savic por doble amarilla en el minuto 99.
ESTADIO: Santiago Bernabéu.
La entrada El Real Madrid finiquita la temporada del Atlético y reserva su plaza en semifinales (3-1) se publicó primero en Republica.com.
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