Los carros de combate, los tanques, que se fabrican en España con patente alemana de los Leopard, deberían de llamarse ‘Lince’ que es un nombre y un animal mucho más español. Y representa, cuando el presidente Sánchez se mira al espejo, la astucia y la capacidad de supervivencia de nuestro jefe del Gobierno.
El que se ha sumado al acuerdo europeo, finalmente aceptado en Berlín, de enviar los modernos tanques Leopard al ejército de Ucrania -no sabemos si llegarán a una centena entre varios países-, con una ayuda importante para Zelenski a la que Putin no le da mucha importancia porque asegura que sus tropas y aviones los van a destruir.
Lo que no puede hacer España es enviar a Ucrania la chatarra de los viejos Leopard que España alquiló a Alemania y están arramblados en un depósito militar y sin capacidad de moverse y de entrar en combate, salvo que se les haga una profunda revisión y puesta a punto.
Si nuestro país envía tanques a Zelenski tienen que ser como los Leopard actuales de Alemania, o los homólogos carros de combate de los ingleses y los americanos que también llegarán a Ucrania.
Y vamos a ver qué dice ahora nuestra inefable ministra de Defensa, porque doña Margarita Robles hace pocos días declaró que España no enviaría sus tanques a Zelenski y ahora nos dice que sí.
Aunque mucho nos tememos que Robles quiere darle a Zelenski ‘gato por leopardo’. O chatarra reciclada para cumplir el expediente y salir del paso a sabiendas que la dotación de armamento y de munición del Ejército español no es la que debiéramos tener por falta de presupuesto militar.
El que UP no quiere aumentar como debiera, de ahí la penuria y escasez que desde hace ya varios años impera en el Ejército español en sus tres ejércitos de Tierra, Aire y la Armada.
Y vamos a ver qué pasa con ese misterioso jubilado de Aranda de Ebro que ha sido detenido como presunto autor del envío de sobres explosivos a La Moncloa, la embajada de Ucrania y otras instituciones.
Lo que el diario The New York Times le imputó hace pocos días a Rusia, y ahora parece ser una chapuza casera de un demente solitario, del que por el momento se desconoce si tiene algún tipo de relación con Rusia o alguna organización extrema, y lo que le puede costar una acusación de terrorismo por los graves daños personales que pudo causar, y que afortunadamente se limitaron a unas heridas leves de un funcionario de la embajada de Kiev en Madrid. Todo un misterio del que se esperan respuestas y explicaciones tras su captura por la policía nacional.
La entrada Los tanques de España, ‘gato por leopardo’ se publicó primero en Republica.com.
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